Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
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13 feb. 2020
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La Fashion Week de Nueva York se mantiene fiel a sí misma

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
13 feb. 2020

Todos han estado encantados de que fuera una temporada liviana en Nueva York. Pero si tomas el tiempo de estudiar lo que había en la pasarela, resulta que en Manhattan se exhibieron muchas prendas geniales.
 

Proenza Schouler - Otoño/invierno 2020 - Womenswear - Nueva York - © PixelFormula


Además, si la moda en Nueva York nos ha enseñado algo esta temporada es a esperar un humor sombrío y serio este invierno. Una atmósfera grave aumentada por la ausencia casi completa de cualquier persona de China en cualquier evento en Nueva York. Solo en términos de asistencia a shows, de repente parecía como si el reloj hubiera retrocedido 15 años.

Dicho esto, se espera que el otoño esté animado por una variedad de prendas suaves y sensuales hechas teniendo en cuenta la sostenibilidad. En tiempos de incertidumbre, desde el coronavirus hasta la histeria en Washington, los diseñadores se centraron en hacer lo que mejor saben hacer, respetando su ADN.

En la ciudad, Proenza Schouler optó por una silueta más estricta mezclada con un drapeado despreocupado (la mitad de las chaquetas y los vestidos se deslizaban por un hombro) y el resultado fue el show más importante de Estados Unidos.

Otras marcas que respetaron su territorio fueron los dos proveedores de refinamiento aristocrático: Oscar de la Renta y Carolina Herrera, quienes fueron testigos de shows elegantes de los sucesores de sus fundadores: el dúo de Monse, Fernando Garcia y Laura Kim, y Wes Gordon, respectivamente.

En Monse, también pudimos admirar el renacimiento de Vivienne Westwood, aunque con un gran giro deconstruido. Incluso una foto de Westwood estaba en el backstage de su mood-board. En los Oscar, Westwood tuvo un momento estelar en la alfombra roja: vistió a Kate Hudson, Natalie Dormer y Winnie Harlow.


Monse - Otoño/invierno 2020 - Womenswear - Nueva York - © PixelFormula


El fin de semana inaugural estuvo, por supuesto, dominado por eventos en otros lugares, específicamente en Los Ángeles. Los Premios de la Academia, que cayeron el mismo fin de semana que la temporada de pasarela de Nueva York, como pasa dos de cada siete años, significaron que Manhattan carecía en gran medida de estrellas de cine de buen nivel. Además, Tom Ford, el presidente del CFDA, que organiza la temporada de Nueva York, salió de Manhattan para presentar en Los Ángeles. Al igual que Julie de Libran, la ex diseñadora de Sonia Rykiel que ahora tiene su propia marca independiente. Ella pareció captar mucha más atención en las redes sociales con su colaboración Matchesfashion en Hancock Park que muchos shows en la costa este.

La temporada de Nueva York mostró algunos nuevos talentos audaces. En particular, LaQuan Smith, cuyo brillo, que era un híbrido de rock y hip hop, dio lugar a un gran show en Spring Studios. Ya fuera con chaquetas de antracita acolchadas y cortadas como una armadura de superheroína o abrigos de princesa negros brillantes matelassé, dignos de una guerrera intergaláctica.

Pocas marcas fueron más fieles a sí mismas que Zimmerman, que optó por la moda optimista, combinando colores brillantes y sus letras distintivas y estampados divertidos. Su mezcla de adornos de terciopelo, organza con lentejuelas cosidas a mano, botones de cristal, gafas de resina en colores pastel y pulseras con cuentas hicieron de este el show más alegre de la ciudad.


Zimmermann Otoño/invierno 2020 - Womenswear - Nueva York - Zimmermann


Zimmermann es ahora la marca extranjera más popular en Estados Unidos, con una tienda en auge en Madison, ubicada en una encantadora esquina con el destino de compras más famoso de esa calle, la mansión Rhinelander de Ralph Lauren. Ralph ni siquiera organizó una presentación, mucho menos un show.

La siguiente esquina de Madison pareció capturar el momento. La máquina expendedora de periódicos no vendió el New York Times, sino el China Daily. Su último número lleva el titular más improbable. Decía: “Se observan menos infecciones nuevas; más curados”.

Esto ciertamente nos recuerda el riesgo que representa no decir la verdad a los ciudadanos o la sociedad, de no jugar limpio con la gente. A diferencia de esta temporada de Nueva York, donde los diseñadores dieron una explicación honesta de quiénes eran exactamente.

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