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El último romance anglosajón de Christian Dior
Ningún modisto francés amaba Gran Bretaña tanto como Christian Dior, un romance reavivado el martes por su sucesora italiana Maria Grazia Chiuri, en una colección inspirada en Teddy Girl.
Llámenlo vestidos y feminismo. Un astuto encuentro de la alta feminidad de Dior, artistas feministas de hoy en día y las mujeres de Reino Unido de posguerra en los años cincuenta.
Inspirado por una visita a la reciente exposición "Christian Dior: Designer of Dreams", en el museo V&A de Londres, que incluyó una sala especial dedicada al profundo afecto de Monsieur Dior por Gran Bretaña, destacando el vestido que ideó para el 21 cumpleaños de la Princesa Margarita en 1951, que usó cuando fue fotografiada por Cecil Beaton.
“Margarita siempre fue la princesa rebelde. Elegir a Dior y no a un diseñador británico en aquella época era una rebelión. Y eso me hizo pensar”, explicó Chiuri en una entrevista antes del show.
El resultado fue un encuentro de los códigos de Dior con tejidos modernos y referencias a los años 50. Como los grandes y llamativos tartanes de color rojo oscuro y verde favorecidos por las Teddy Girls, vistos en el documental de culto del mismo nombre. Aunque hechos con algunas telas y acabados de alta tecnología, y acompañados de vestidos a juego, unas tentadoras combinaciones de tul y tartán. Incluso una serie de sombreros, ya fueran sombreros bob, cloche o sombreros de playa, acabados con el logo D.
Chiuri incluso ideó una versión más masculina de la chaqueta Bar, la invención de sastrería más legendaria de Monsieur. Mostrándolas a cuadros, en gris Dior o en denim de color antracita. Otro giro anglosajón inteligente era la falda de tartán Stewart en rojo, que se llevaba con una camiseta en la que ponía 'Sisterhood is Powerful' (‘La hermandad es poderosa’).
Se pudo ver que la modista ha estado pasando mucho tiempo en Londres, donde posee un apartamento y donde su hija mayor, Rachele, ha estado estudiando bellas artes durante el último lustro en Goldsmiths, Universidad de Londres.
El decorado, una colaboración impresionante con el escenógrafo Alex de Betak, fue una gigante carpa blanca con imágenes dramáticas de Tomaso Binga, una artista italiana famosa por su alfabeto, en el que mostraba fotos de sí misma desnuda formando las letras. Cuatro de ellas, para Dior, por supuesto, aparecieron en la parte delantera de la carpa en el jardín del Museo Rodin.
Para la noche, Chiuri presenta algunos vestidos espléndidamente cortados, ensanchados bajo la cintura, como la clásica silueta de Dior, y ajustados artísticamente por arriba. Aunque esta temporada hizo algunos de ellos en tafetán ligeramente arrugado.
“Puedes meter esto en una maleta grande o de mano y saldrá perfectamente después de un vuelo de tres horas”, dijo Chiuri, cogiendo uno de los vestidos con los puños y después haciéndolos volver a su forma.
Fue una fuerte declaración, aunque algo repetitiva, contamos varias docenas de faldas cortadas hasta la mitad de la espinilla. Pero como expresión de la moda contemporánea con un toque feminista y credibilidad comercial, fue un impresionante despliegue de la romana Chiuri.
“Es su mejor colección para la casa. Realmente creo que está creciendo fuertemente en su rol aquí”, dijo un relajado y sonriente Bernard Arnault, el barón del lujo que controla LVMH y, por consiguiente, Dior.
Subrayando el poder de la marca, la primera fila de Dior estaba repleta de personalidades como Jennifer Lawrence, Olivia Palermo, Natalia Vodianova, Kat Graham, Morgane Polanski, Gemma Arterton, Charlotte Le Bon, Freya Mavor, Olivia Culpo, Bebe Vio y Eva Herzigova.
Chiuri también se concentró con frecuencia en la cintura creando una serie de cinturones terminados en la parte delantera, al igual que las carteras aplanadas de Dior y en la parte posterior, con hebillas sugerentes, para darle emoción. Y jugó con referencias muy interesantes, como una famosa chaqueta de cuero negra que Yves Saint Laurent creó para su colección final de Dior, que en aquel momento fue una referencia a los "blusons noirs" de los años cincuenta en Francia.
“No me considero solamente la modista de Dior. No creo que mucha gente recuerde que fue Gianfranco Ferré quien desarrolló el bolso Lady Dior. Es una marca que existe en las mentes y memorias de millones de personas, independientemente de cualquiera de sus diseñadores. De este modo, también me considero la curadora de una marca única y excelente”, concluyó Chiuri.
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