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Rocío ALONSO LOPEZ
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24 ene. 2019
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El difícil renacimiento de Balmain en la Alta Costura

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
24 ene. 2019

La temporada de Alta Costura de París presenció su último gran evento el miércoles con el retorno de Balmain a la Alta Costura, tras un descanso de casi una década.


Balmain - Primavera/Verano 2019 - Haute Couture - París - © PixelFormula


El director creativo de la casa, ahora modisto, Olivier Rousteing invitó a 130 personas a la nueva tienda de Balmain en la Rue Saint-Honoré, en frente de la posada más a la moda de la ciudad, el Hôtel Costes. La tienda llena de espejos abrirá dentro de dos semanas.
 
Rousteing es un diseñador muy talentoso que ha construido una gran reputación y un negocio de gran tamaño, la casa generará ingresos de 200 millones de dólares (176,22 millones de euros) este año, con sus elegantes bordados, brillantes y sexy chic.

Para la Alta Costura, Rousteing se centró mucho más en la forma y examinó los archivos de la casa en busca de esculturalidad. Al final, sin embargo, a menudo parecía referirse al futurismo y la grandiosidad de principios de los 60 de Pierre Cardin e Yves Saint Laurent.
 

Balmain - Primavera/Verano 2019 - Haute Couture - París - © PixelFormula


Empezó muy bien, con túnicas retorcidas y abrigos de seda marfil, acabados con perlas de gran tamaño e incluso bolsos con perlas del tamaño de pelotas de fútbol pequeñas. Rousteing cortó vestidos con forma de burbujas e incluso sacó un traje de pantalón blanco que parecía estar hecho de plumas de águila enceradas. Mostró faldas de lana bouclé, vestidos de cóctel de paje medieval y blusas confeccionadas con abanicos verticales de estampados abstractos al pastel. Todo terminado con lentejuelas de Swarovski, alrededor de 1.000.000 en toda la colección. Si suena complicado es porque lo era.

Si bien las grandes formas eran intrigantes, con demasiada frecuencia el pliegue o ángulo final eran demasiado. Olivier ciertamente trató la Alta Costura como un laboratorio, pero muchos de sus experimentos simplemente no funcionaron. Finalmente fue un renacimiento feliz, aunque algo difícil.

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