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5 dic. 2019
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Chanel instala el 31 Rue Cambon en el Grand Palais

Publicado el
5 dic. 2019

Después de haber pasado por Hamburgo o Nueva York, los Métiers d’art de Chanel regresan a los orígenes parisinos. El apartamento de Gabrielle Chanel del 31 Rue Cambon ha revivido en una cálida soirée en otro de los espacios fetiche de la maison, el Grand Palais. Y lo ha hecho de la mano de la primera colección Métiers d’art firmada por Virginie Viard. Una propuesta de prêt-à-porter al margen del calendario de desfiles y centrada en el "savoir faire" artesanal de las maisons d'art con las que trabaja la casa, que ha sido presentada este miércoles 4 de diciembre.


La colección Chanel Métiers d'art ha sido presentada este 4 de diciembre en el Grand Palais de París - Reuters




Una inmensa escalera Art Déco rodeada de espejos presidía el espacio central del Grand Palais parisino, decorado con cuatro inmensas lámparas de araña acristaladas y rodeado de salones íntimos, con divanes beige, objetos personales y numerosos libros. Se trataba el refugio de Mademoiselle Chanel, un apartamento anclado en el tiempo ubicado en el tercer piso del 31 Rue Cambon, entre la primera planta de los míticos salones de alta costura y la tercera, dedicada al estudio de creación. Un espacio que, en 2002, acogió el primer desfile Métiers d’art, y que es ahora reinterpretado a gran escala para significar un regreso a los códigos históricos de la maison, bajo una mirada contemporánea.

En claro contraste con los glamourosos escalones de moqueta beige por los que descendían las modelos, la sobriedad continuista tiñó de negro los primeros looks de abrigos de cachemir negro, con destellos de cinturones dorados. A ritmo de “To turn you on”, de Roxy Music, la oscuridad de aires lady dejaría posteriormente pasó al emblemático bicolor de la casa, tonos cálidos y pastel, malvas o los más nocturnos metalizados. Todos ellos declinados en chaquetas de sastre cortas, combinados con faldas lápiz de talle bajo y cinturones de perlas y cadenas. Tweed clásico en trajes y conjuntos de falda, en una interpretación tan femenina como sensual, llevada a su máxima expresión en algunas toreras completamente escotadas, como la lucida por una exultante Gigi Hadid.


El final del desfile reunió a todas las modelos sobre las escaleras del 31 Rur Cambon - Chanel



La colección Métiers d’art 2019/2020 ha sido fiel a la historia de Chanel, pero valiente en sus apuestas más modernas, demostrando que la más lujosa artesanía pertenece a nuestros días.  Siluetas alargadas en infinitos vestidos negros bordados y de encaje, también reinterpretado en un delicado tono champagne. Faldas plisadas, vestidos vaporosos y detalles en plumas que preceden a una serie en un brillante tono perla y satén, en la que destaca un bolso bombonera en forma de pequeña jaula dorada, en una clara reminiscencia a la que se encontraba en casa de Mademoiselle. No fue el único accesorio destacado del desfile: la Maison Massaro firma los zapatos, al tiempo que el bolso “Boy”, lucido por la jovencísima Kaia Gerber, y el modelo “Gabrielle” se convertían en miniaturas llevadas a modo de joyas. Por su parte, los bordados corrieron a cargo de Maison Lesage y las camelias blancas de Lemarié cubrieron la bomber del cierre del desfile, esta vez con el punk-dance de LCD Soundsystem. Quién se lo hubiera dicho a Coco Chanel.

“Existe una especie de sencillez a la hora de volver al abecedario de Chanel. No necesitamos hacer demasiado. No quería los grandes viajes habituales para las colecciones Métiers d’art, quería quedarme en París. No ha hecho falta repensar una forma de hacer. Y después, los códigos inventados por Gabrielle Chanel y sublimados por Karl Lagerfeld, también me gusta mezclarlos. Me gusta la idea de patchwork”, ha explicado sobre la colección Virginie Viard, quien tomó las riendas del diseño de Chanel tras el fallecimiento de Karl Lagerfeld el pasado febrero. “Es el regreso a los códigos y al primer desfile Métiers d’art en 2002, que justamente tuvo lugar en los salones del 31 rue Cambon. Las modelos fumaban cigarrillos escuchando a Lou Reed. Se trataba más de una actitud que de una temática”, ha añadido sobre la inspiración y el decorado, realizado junto a la cineasta Sofia Coppola, quien tras el desfile reconocería a propósito de Viard: “Me gusta su estilo, la forma en que combina los diferentes elementos. Admiro su forma de trabajar y la capacidad de crear prendas con las que sentirnos cómodas, manteniendo el estilo de Chanel”.


El decorado del desfile estaba inspirado en los salones de Gabrielle Chanel - Chanel



Aires hollywoodienses, acompañados por la presencia de actrices como Kristen Stewart, Vanessa Paradis, Lily-Rose Depp, Margaret Qualley, Carole Bouquet o Marion Cotillard, quien vería en la colección “una poesía emocionante”, subrayando que lo que más apreció fueron “los detalles de cada chaqueta hasta los cinturones con perlas”. Por su parte, la embajadora española de la maison, Penélope Cruz, se mostró entusiasta y sonriente tras el show. “Me ha parecido maravilloso, un homenaje. Está ahí toda la historia de Chanel y a la vez es súper moderno lo que ella hace. Tiene su sello pero está Chanel en cada prenda”, afirmó la oscarizada intérprete.

Una aceptación generalizada entre los asistentes, que aplaudieron en pie a la siempre discreta directora creativa de la casa. “Era una cuestión de tiempo… Ahora sí que estamos contentas con Virginie Viard”, aseguraban unas compradoras francesas, admirando el trabajo bien hecho a la salida del desfile. Por su parte, Virginie Viard reflexionó sobre el camino que la había traído hasta el 31 Rue Cambon en el Grand Palais: “Siempre me hago la pregunta sobre cuál es el contexto, que ya nada tiene que ver con la forma de vivir de hace unas décadas: Hoy, ¿qué le gustaría a la mujer? ¿Cómo se lo pondría?”. Y con Métiers d’Art parece haber dado con las respuestas correctas.

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