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Hernandez Sebastian
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25 sept. 2018
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¿Por qué la familia Versace ha decidido vender?

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Hernandez Sebastian
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25 sept. 2018

Mientras caía el telón en la Semana de la Moda de Milán, corrían los rumores más salvajes en todos los desfiles sobre la inminente venta de Versace. Las especulaciones terminaron este martes con la confirmación por parte del grupo americano Michael Kors de la millonaria compra, donde desembolsará 2 120 millones de dólares (1 830 millones de euros).


Modelo del último desfile de Versace, para el verano de 2019 - © PixelFormula


El lunes último, el diario de Milán Il Corriere della Sera dio a conocer la información de una posible venta de Versace, donde mencionó a dos contendientes potenciales, los estadounidenses Michael Kors y Tiffany & Co. Finalmente, fue el grupo Michael Kors el que anunció que se hará con la casa italiana.

Otros rivales, como el grupo de lujo Kering, supuestamente abandonaron la carrera debido a un precio demasiado elevado. La firma italiana es propiedad de la familia fundadora en un 80% y en un 20% de Blackstone. Cuando el fondo estadounidense ingresó al capital en 2014, Versace había sido valorada en 1000 millones de euros. Hoy, su valoración habría alcanzado los 2 120 millones de dólares (más de 1 830 millones de euros).

"¡Es difícil para Donatella Versace que ha estado manejando la marca durante 20 años rechazar tal propuesta! Es casi el doble de la facturación esperada para 2018, que debería rondar los 800 millones de euros”, dijo Salvo Testa, profesor de gestión de la moda en la Universidad Bocconi.

También parece ser el momento perfecto para abandonar el barco para el fondo estadounidense Blackstone. Luego de una profunda reestructuración, Versace ha experimentado una fase de intenso desarrollo en los últimos dos años con la llegada del británico Jonathan Akeroyd (ex CEO de Alexander McQueen), nombrado CEO en 2016, con una inversión importante, principalmente en el comercio minorista.

Estas inversiones y el aumento de los costes han llevado a una drástica reducción de los márgenes en 2016, cuando Versace cerró el año con una pérdida neta de 7,4 millones de euros, mientras que su facturación aumentó 3,7 %, equivalente a 668,7 millones de euros. Pero la recuperación llegó al año siguiente, en el que la firma generó un beneficio de 15 millones de euros. Jonathan Akeroyd anunció en junio pasado que "las ventas aumentaron un 18%" año tras año y el ingreso operativo (EBITDA), un 50%".

Fundada en 1978 por el estilista de Calabria Gianni Versace y sus hermanos Sandro y Donatella, la marca pasó a manos de esta última después del asesinato de Gianni en 1997. Durante 21 años, ha sido ella quien ha asegurado la dirección artística de la casa. Muy popular en los Estados Unidos, donde es considerada la más estadounidense de los diseñadores italianos, según Corriere della Sera, la menor de los Versace ha sabido conservar la firma, permaneciendo firmemente a la cabeza de la organización.

Desfile conmemorativo del año pasado en memoria de Gianni Versace - © PixelFormula


El año pasado, cuando estaba en búsqueda de un diseñador conocido de la casa para hacerse cargo, no  logró tomar una decisión. En las últimas temporadas, la diseñadora ha dado la impresión de centrarse mucho en los archivos de la firma, actualizando los estampados y los colores llamativos que hicieron que Versace fuera un éxito. Una forma, tal vez, de anunciar su retiro.

"De hecho, la familia no podía garantizar una continuidad, ni creativa ni administrativa, de la empresa, a diferencia de Prada o Ferragamo, cuyas nuevas generaciones comenzaron a tomar el control", analizó Salvo Testa.

El holding que controla la marca, Givi, es propiedad de Donatella Versace en un 20%, de su hija Allegra en un 50% y de su hermano Santo en un 30%. Este último, que sigue siendo el presidente de la junta directiva, ya no tiene un rol operativo. "Está claro que habría vendido su participación tarde o temprano, mientras que Allegra, aún joven, nunca tuvo ningún papel activo en Versace", continúa el profesor.

En este contexto, la única opción que le quedaba a la familia era una OPV, considerada en algún momento, o la venta. "Con sus ganancias más bien reducidas, Versace no tiene suficiente estabilidad para predecir una salida a bolsa interesante. Así que la venta ha surgido como el resultado más lógico", dice Salvo Testa.

Para Michael Kors, la compra de Versace es doblemente interesante. En primer lugar, permitirá que la marca estadounidense, que compró al fabricante de calzado británico Jimmy Choo el año pasado por 896 millones de libras (1000 millones de euros), enriquezca y diversifique su cartera, pero también que aumente de gama con una marca de lujo con un rico patrimonio y alta visibilidad. Además, Michael Kors, una marca fuertemente enfocada en los accesorios, presidida por su presidente homónimo y encabezada por su CEO John Idol, también se hará con los conocimientos complementarios de Versace en prêt-à-porter.

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